Admitimos que la creación de un blog, actualmente, no es un acontecimiento novedoso. Seguro que millones se crean y se abandonan a lo largo de un solo día. ¿Por qué inaugurar entonces uno y dedicarlo a una actividad como la lectura? La respuesta, reconociendo incertidumbres, gira en torno a lo inevitable; y es que cada vez somos más conscientes de nuestra incapacidad para transmitir la necesidad de convertirse, de convertiros, en lectores.
Si los procedimientos tradicionales han dejado de ser efectivos, si las lecturas obligatorias ya no suponen un camino abierto, habrá que buscar otras alternativas que os guíen en un mundo que a nosotros nos apasiona. Quizá en otro tiempo, parar a leer fuera una posibilidad apetecible; pero hoy existen competidores a los que hay que enfrentarse de manera distinta; no intentando eliminarlos, suprimirlos, sino complementándolos de manera útil y efectiva.
La mayoría de nosotros hemos aprendido a leer, entendiéndose como referencia al proceso de conversión en lectores, por descubrimiento, por pura curiosidad. Y es aquí donde creemos que está la clave: en incentivar vuestra curiosidad, vuestra ansiedad por conocer y por comprender todo lo que nos rodea. Aquí queremos ofrecer elementos útiles como acicates de este proceso, y ofreceros puntos de partida que os conduzcan en un mundo ingente e inabarcable en el que os queremos servir de guías.
La literatura es fundamental, no existen opciones que vengan a sustituirla en sus funciones. Leer es sinónimo de aprender, y no creemos que nadie venga a cuestionar hoy la importancia del aprendizaje y del conocimiento. Es aprender de manera crítica y autónoma, ese manual de instrucciones que nos invita a tomar decisiones y a movernos por la vida entre inseguridades y contradicciones. La literatura es entender, y aceptar. Y, por supuesto, fuente de placer y de entretenimiento. Quien tenga la tentación de poner objeciones al papel de la literatura debería pararse a pensar en el que han desempeñado en la cimentación de nuestra cultura obras, entre otras muchas, como La Biblia; los Diálogos platónicos; El príncipe, de Maquiavelo; el Quijote, de Cervantes; La interpretación de los sueños, de Freud; o el Manifiesto Comunista, de Marx y Engels.
Me encanta la elección que haces de las obras universales. Se lo comentaré a Wert.
ResponderEliminarOs deseo lo mejor en esta nueva aventura.
Estupendo, compañero. Suerte en este afán por fomentar la lectura.
ResponderEliminarMe encanta esta presentación. Auguro entradas geniales. No os pierdo de vista.
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